El primero solo pinté el mueble, pq no estaba tan malo. El tablero (playfield) no se retocó.



El segundo fue más complicado, pq ya verán en la fotos el estado en que estaba. El fondo se caía solo, le faltaban trozos de madera en varias partes y para más remate... lo pintaron azul, el color que menos me gusta.


En este caso me pidieron restaurar el playfield.

Este tenía cientos de recortes de Mylar, una protección autoadesiva y transparente que se le pegaba antiguamente, pero se quebrajaba, ponía opaco y al final se terminaba despegando.

Como se puede apreciar, aquí esta el resultado.

Ahora la tabla se lija y repara.

Para proceder a aplicar un overlay autoadesivo que mismo he diseñado.
Ahora, a trabajar el mueble:


Como ya mensioné, lo pintaron horriblemente y con brocha.

Y le faltaban trozos de madera en algunas partes.

El fondo estaba completamente podrido.

Asi que reemplacé el fondo con terciado nuevo.

Luego de empezar a lijar me di cuenta que tenía al menos 3 capas de pintura distinta.

Y la sorpresa de siempre... el diseño original aun estaba ahí. Resulta un poco frustante e incomprensible que pinten sobre los diseños originales, porque aun que la pintura estuviese rayada o descolorida, aun así era mejor que tirarle cualquier cosa encima. En fin, los dueños de estas máquinas la mayoría eran viejitos, ji ji ji.
Y luego de pintar, así es como a quedado:


