Por ahi me pidieron que contara mi historia con el Atari. En unos dias más la voy a publicar en mi blog mas que nada para que no se me olvide a mi mismo, gracias al Atari soy quien soy ahora como adulto. Les dejo el borrador de mi "Testimonio Atariano".
En la navidad de 1986 me regalaron el Atari 800XL con cassettera y un joystick
Por mucho tiempo sufrí problemas de carga, y podía ver sólo algunos de los programas que venían incluidos. Como no podía cargar casi nada empecé a tratar de ver qué se podía hacer con el computador.
El manual de referencia no me servía de mucho sin conocer los conceptos básicos, y era “marciano” para mi. Cuando me dí cuenta que podía concluir algunas cosas útiles al leerlo una y otra vez, comencé a leerlo todos los días aunque no entendiera mucho de lo que decía. De a poco fui aprendiendo Atari Basic con él. Leer una y otra vez es una técnica de aprendizaje que aplico hasta el día de hoy.
Cuando volví al colegio el año 87, un compañero me presentó a un vecino que también tenia Atari, era Max Celedón y estaba en las mismas que yo, de a poco fuimos aprendiendo juntos hasta que le regalaron un MSX2 a Max. En ese tiempo no teníamos acceso a información, ni conocíamos a alguien con nuestros mismos intereses, hasta que conocimos a otros geeks de la época (Cesar y Juan Hernandez, Roberto Arriagada). Cesar y Juan “sabían código de máquina” del Z80, procesador del Spectrum y MSX2, y le enseñaron a Max y a Roberto (enseñar es una forma breve de decirlo, la historia es más compleja que eso). Por mi parte comencé a comprender el ASM del 6502 a la fuerza y gracias a una enciclopedia que le reglaron a Max pude aprender definitivamente.
En Basic no hice muchas cosas, mas que nada experimentos para comprobar lo que creía entender del manual de referencia, pero el asm cambió mi vida. Como no tenía ensamblador aprendí a ensamblar a mano. Escribía el código en una hoja y luego al lado iba escribiendo los números. Después no necesitaba el codigo en asm y escribía los números directamente, llenando páginas y páginas de números.
En Basic me hice un desensamblador que era bastante sencillo aprovechando que ya conocía los números, con ese desensamblador comprobaba el código generado en papel. Una de las cosas que más odiaba eran los saltos relativos (B*), si encontraba un error en el código tenía que recalcular todos los saltos relativos.
Esto debe haber sido mas o menos en el año 88, lo recuerdo porque me cambié de colegio en ese año y una de las primeras cosas que hice publicas fue una presentación para la asignatura de Castellano. Esta presentación era una animación que mostraba la evolución del tubo al chip o algo por el estilo, sólo tengo algunos flashes, no recuerdo todo. De ahí en adelante no tengo recuerdos muy claros en el orden cronológico.
El desensamblador me abrió todo un mundo, comencé a revisar todo el código que me interesaba. Como no tenía impresora copiaba el código a un cuaderno, uno de los primeros fue el sistema de carga STAC, una joya. Con ese código aprendí muchas cosas de golpe y conocí los primeros registros de los periféricos. Todos mis amigos estaban metidos con el MSX2 en ese tiempo, asi que no había a quien preguntar, pero la técnica de entender marciano ya la tenía desarrollada, debo haber leído ese código decenas de veces. Mis amigos avanzaban también por su lado, es una gran historia la de ellos, que deberían venir a contar.
Gracias al código del STAC me hice mi propio copiador turbo con recuperación de errores y convertí casi todos mis juegos. Otras cosas que hacía eran tonteras o rutinas para cosas puntuales de diversa utilidad: una batería electrónica manejada por teclado, un sistema de ajuste de velocidad y azimut de cassetteras, un juego experimental tipo olimpiada (solo correr), un editor de caracteres para generar gráficos en modos de 4 colores, un descompresor de imágenes del juego strip poker (por la ruta de jugar me iba a demorar mucho en verlas todas), un sistema de transferencias de archivo por el puerto de joystick, un sistema de contabilidad en donde mi “base de datos” era un gran string con el que gané mis primeras $10.000, un editor hexadecimal para cambiar los textos a los juegos y parcharlos para tener mas vidas, el famoso desensamblador, etc.
En esos tiempos había un solo televisor en mi casa, y mi horario para usar el computador era desde el fin de las teleseries de la tarde hasta el inicio de las teleseries de la noche, calculo unas 3 a 4 horas diarias. El domingo todos salían a pasear y yo me quedaba en casa para poder usar el computador todo el día... eso no ha cambiado mucho

Un día, un vecino que tenía un Spectrum (Guillermo Vargas) y me prestaba sus revistas MicroHobby de donde aprendí muchísimo, me regaló un ensamblador para Atari!!! Mi productividad se incrementó exponencialmente! Adios a la codificación a mano, a menos que estuviera muy apurado como para cargar el ensamblador.
Otro gran avance en ese tiempo fue imprimir toda la ROM del BIOS del Atari en la casa de mi amigo Jonathan Seguel mediante mi propio desensamblador, ajustado para imprimir a varias columnas. Aun asi, estuvimos toda la noche imprimiendo y por motivos de costos usamos papel calco en vez de tintas. Tenia decenas de hojas de marciano para explorar y aprender, no podía ser más feliz.
El año 91 comencé a echar de menos tener mi propio dinero, y partí a vender mi copiador turbo a Villa Alemana en donde estaba un paraíso de los juegos piratas: La electrónica “Johann” del paseo La Torre. Ofrecí el copiador en $5.000 pero Johann (el dueño) me dijo que “no”. Volví desanimado, esto del software no valía tanto como pensaba, de todas formas Johann anotó mis datos por si cambiaba de opinión.
Un día volví del colegio y mi mamá me dijo que había llamado un tal Johann y había dejado su número, lo llamé y me dijo que no me iba a comprar mi copiador, pero quería saber si me interesaba ir a su tienda a hacer uno para él y ayudarle a copiar unos juegos “protegidos”. La oferta era interesante: podía usar el computador toda una tarde.. con diskettera!, podía ver juegos nuevos y más encima me iban a pagar por algo que que de todas formas haría gratis. Ahí hicimos el copiador C.A.I.N. y comenzó a vender juegos por montones, en ese tiempo la piratería no se veía como algo malo porque no había ninguna otra forma de conseguir juegos, incluso en las tiendas representantes de Atari oficiales vendían juegos piratas. Comencé a trabajar todos los días, en la mañana iba al colegio (2do medio), almorzaba y me iba a trabajar con Johann hasta las 9:00 cuando cerrábamos el local. Para seguir trabajando tenía que mantener buenas notas o mi papá no me dejaría seguir, así que mi tiempo se iba principalmente en trabajar y estudiar, pololas o pinches quedaban relegadas solo a horarios del colegio, no había mucha demanda en todo caso jaja. Era muy feliz.
Fuimos perfeccionando el sistema de carga y comenzamos a limpiar todos los juegos para que no llevaran el típico “PirataSoft”, “PirateSoft”, etc. El iba a comprar los juegos a Stgo (también piratas), yo los desprotegía, los copiábamos y eliminábamos cualquier rastro de sus piratas originales. Los sistemas de protección iban cambiando pero eran todos muy parecidos.
Un gran aporte de la época fue el libro Mapping the Atari, una verdadera biblia. Ahi pude confirmar mis sospechas sobre los registros que había conocido y descubrir muchos otros misterios del Atari, fue un regalo de un estudiante de la Universidad Católica de quien no recuerdo su nombre.
Ahorré todo el dinero que pude, eran otros tiempos, no como ahora que los niños tienen todo lo que quieran independiente del precio y sin ningún esfuerzo... y algunos se quejan!. Bueno, cuando estaba llegando al 100% de lo que necesitaba ahorrar para la diskettera que era mas cara que el mismo computador, le pedí a mi papá que de vuelta del trabajo buscara algún lugar en donde la vendieran y esperé ansiosamente su llegada. Ese fue el inicio del fin de mis tiempos de Atari. Al volver me dijo que no la encontró, pero que le ofrecieron un “PC”, me mostró una cotización de un 8086, yo ponía mi dinero ahorrado y el ponía el resto. Vi las características: monitor propio!! ya no necesitaba un televisor. Además era de 4.77Mhz! (Atari: 1.79Mhz) y 256Kb de RAM (Atari 48Kb usables) y diskettera!! esa noche no pude dormir. Para financiar el cambio, tuve que además vender mi fiel Atari, pero podía seguir usando el de la electrónica Johann. Era el año 93 y estaba en cuarto medio, al final por el mismo precio pudimos conseguir un clon mucho mas poderoso : 80286/20Mhz, 1MB en RAM, disco de 3 ½ doble densidad y disco duro de 20MB y VGA de 256Kb. No era lo máximo pero comparado al Atari era un monstruo.
Seguí trabajando en la electrónica hasta que entré a la UTFSM en marzo del 94, a los años después Johann la vendió. Hace pocos años fui para allá y no estaba tan cambiada, hasta sentí la música de la época, que buenos años. Gracias Atari!