
Los compus los dejé guardados - los Sinclair y Timex en sus cajas, que para mi son como las joyas de la corona, con los que pasé mis años dorados de la informática -, el resto bien empacados pero a mano para desenfundarlos en cualquier momento. Y un detalle no menor: en el fondo, donde se ven las cajas, justo abajo está escondida una TV Samsung de 25 pulgadas, para intercambiarla por la TV plana y tener la imagen precisa para los juegos viejos.

Como ahora estoy en lo de las consolas, tengo los espacios justos en el mueble para lo que falta, como ven, los Sega: Master System, Genesis, Saturn y Dreamcast. Paciencia. No es que sea tan difícil, pero me dio la tontera de buscar las consolas con su caja, y eso cuesta más. Sobre todo la Master System, bastante escasa. En todo caso, la mitad de la entretención es encontrar las cosas, aprender de las consolas y su catálogo, luego jugarlas a tope. Tengo harta literatura también. Uff, y el N64 y la Cubo!!! Me falta mucho todavía, pensando además que más que consolas ahora ando en busca de juegos. Pero atento a lo que venga.

